martes, 9 de agosto de 2016

Amaneciendo en Deba desde Sorginetxe



Hoy me he despertado con un plan especial con el que llevo soñando hace ya un tiempo. Es todavía pronto, bién!. Una taza de café. Nada perezoso, embriagado por la emoción de despertar con el Sol todavía sin asomar por el horizonte, me apresuro a salir caminando hasta el punto de la cita. El amanecer sobre los vertiginosos acantilados de la Costa, aquí, desde el Flysch, me embarga de emoción, vuelvo a sentirme un niño.



No creo que nadie se haya percatado siquiera que entrando en Agosto una energía, que se siente casi como melancolía, ha invadido el ambiente veraniego. Ya nos han dejado los acelerados vencejos, que con su algarabía han alegrado nuestro cielo.
El aroma a mar, rocas batidas por las olas, el salitre que sazona mi piel y mis sentidos, un minuto de éxtasis de Naturaleza, las gaviotas que bailan la brisa, barcas que zozobran en el cuenco plateado, ...todo parece suspenderse un instante, hay un minuto de silencio, todo parece expectante ante ese gran momento. Amanecer en el Flysch.
Las aves marinas me saludan, la carrera del día ha dado su comienzo. Se despuntan los primeros rayos hacía oriente, qué espectáculo tan indescriptible.
Allá, donde el bullicio de las celebraciones y fiestas bulliciosas esperan ya vestirse de gala, hay un vaiven de gentes de mil procedencias que nos saludan a su paso.
Sobre nosotros, en el cielo, ya ha comenzado ese otro espectáculo, el “gran viaje” que se sucede año tras año. Jóvenes limícolas que se espantan aleteando al unísono salen hacía esa ventana del mar cantábrico, que se convierte en pasillo de embarque hacía el Africa subsahariano. La migración otoñal, aunque sorprenda escucharlo, ya ha comenzado, paulatinamente, como este amanecer de Agosto sereno. ¿A quién no le gustaría vivir en un verano inacabable?, eso mismo es lo que ansían estas aves viajeras.
Las Perseidas alumbrarán nuestras noches, arrojando sueños y promesas para un tiempo cambiable, pero que guarda un sentir imperecedero, la sensación de contemplar un espectáculo único en la Tierra, el Flysch y el Mar Cantábrico, frente a Deba.  
Abesti hau uzten dizut, Itsasoari begira, Benito Lertxundirena

 https://www.youtube.com/watch?v=l4MPVgOljoo

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